Por casi más de veinte años he tenido la fortuna de acompañar a más personas y equipos de trabajo de diversas organizaciones, tal vez de los que recuerdo, tengo presente algunos de ellos que por su carácter y su compromiso, dejaron una huella profunda en mí como facilitador.
Los equipos de trabajo están compuestos por colaboradores que ante todo son personas, cada uno vive su propio proceso de adaptación y de crecimiento, cada colaborador tiene su propio ritmo de trabajo, aprendizaje, estilo de liderazgo y las maneras de percibir la realidad están afectadas por su historia de vida, el contexto cultural y social en el que se desarrollaron.
Los resultados obtenidos por un equipo de trabajo, es la suma de los elementos tangibles y no-tangibles, que interactúan en los colaboradores, en su relación, intercambio, puntos de vista, maneras de entender el negocio o la labor, en pocas palabras, lo que ocurre en un equipo es la magia de las competencias personales, puestas en escena con otros actores que al igual que todos, saben y pueden hacer lo que hacen, porque quieren y están siempre dispuestos cuando creen firmemente el propósito que los reúne.
Estas son las etapas de evolución y madurez que he presenciado y me ha tocado confirmar que son indispensables para formar equipos funcionales y emocionalmente sanos:
ETAPA 1 APERTURA:
Momento crucial para iniciar los equipos de trabajo, es aquella en la que los desconocidos, las personas que vienen de diversos lugares, se encuentran y rompen hielo, cualquier pretexto es válido, se acercan, se aproximan sigilisament y cin prudencia a conocer un poco más del otro.
ETAPA 2 RECONOCIMIENTO:
Es cuando pueden verse como humanos, con cierta afirmación de las coincidencias que comparten, se validan por asemejanza.
ETAPA 3 EMPATÍA Y RESPETO
Los colaboradores ya han hecho sus pactos, ya hay un vínculo de confianza y establecen sus manera de cooperar por convicción, se suman a los retos que les encomienda la organización.
ETAPA 4 INTERCAMBIO Y CONSTRUCCIÓN
Es el momento de hacer juntos, de ir por los retos ambiciosos, aún sintener claridad de cómo abordarlos, lo importante es que nadie va solo, que es posible asumir la tarea por difícil que sea.
ETAPA 5 VISIÓN COMPARTIDA
Aquí es donde la permanencia y el futuro se van revelando poco a poco para equipos sanos, auto-dirigidos, pues las personas son pro-activas y emocionalmente maduras, con un mayor nivel de comprensión de su papel colectivo y el valor de sus acciones pensadas para la trascendencia de la organización.
Ricardo Emmanuel Morado Martínez
Consultor, Facilitador, Psicoterapeuta y Coach de equipos.
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